Todos los termoplásticos están fabricados con polímeros. Sin embargo, algunos tipos de polímeros no son compatibles entre sí, lo que significa que no se pueden soldar unos con otros. La diferencia principal entre la soldadura por ultrasonidos y el remachado por ultrasonidos consiste en que, durante el remachado, se produce una deformación por fusión y solo se plastifica una de las dos partes que se quieren unir. Esto hace que todos los termoplásticos sin compatibilidad polimérica se puedan unir entre sí o incluso con materiales no plásticos. Las uniones remachadas resultan prácticamente libres de fisuras y de holgura, pues la herramienta de remachado en frío enfría el cabezal de remachado fundido bajo presión.
Al igual que en la soldadura por ultrasonidos, en el remachado por ultrasonidos, el sonotrodo se encarga de transmitir la energía mecánica vibratoria al vástago del remache. Se trata de una herramienta de remachado y se fabrica teniendo en cuenta la forma deseada para la cabeza del remache, así como los vástagos que se vayan a remachar por ciclo. Esto permite realizar varios remaches con un sonotrodo. Para remachar piezas grandes (por ejemplo, cuadros de instrumentos en la industria automovilística) se utilizan instalaciones de varios cabezales.
