En la fabricación aditiva se generan continuamente restos de polvo durante el proceso de trabajo. Los polvos, de gran valor, están sujetos a los más altos requisitos de calidad y deben ser reutilizados en el proceso de impresión. Para evitar desechos en la medida de lo posible, los polvos se vuelven a tratar. Las impresoras 3D cuentan con una unidad de tratamiento de polvo interna o externa que, con ayuda de ultrasonidos, elimina grumos y otras impurezas. Las cribas se adaptan a las necesidades de la unidad de tratamiento de polvo.
- Imágenes microscópicas de polvo cribado y polvo con impurezas o grumos
- Las imágenes muestran el grano del tamaño adecuado (izquierda) y el grano demasiado grande cribado (derecha) en la misma resolución/ampliación
- El material es un polvo metálico que se ha vuelto a tratar después del proceso de impresión con la tecnología de ultrasonidos de Telsonic. Durante el proceso de cribado se logra una precisión de separación de casi el 99 %.
- Prácticamente no se encuentra ningún grano del tamaño adecuado en el polvo de desecho.
¿Cómo funciona el cribado con ultrasonidos?
El sistema de cribado con ultrasonidos siempre está formado, en principio, por tres componentes: un generador, un convertidor y un resonador de criba con bastidor de montaje. El generador transforma el voltaje de red normal en alta frecuencia y transmite esta alta frecuencia al convertidor. Este a su vez convierte la alta frecuencia, por medio del efecto piezoeléctrico, en vibraciones ultrasónicas, las cuales luego provocan, a través del resonador, que el bastidor de cribado vibre. Las vibraciones se emiten a la malla de cribado y se distribuyen uniformemente allí. Las vibraciones de la criba, variables en el rango entre 33 y 37 kHz, reducen la resistencia a la fricción entre el producto de cribado y la malla de cribado. Esto garantiza una limpieza eficaz de las cribas sin atascos, aumenta el rendimiento, optimiza la precisión de separación y acelera el proceso de retratamiento.